Para llevar a cabo la inclusión de una educación basada en la igualdad de género desde la Educación Infantil y Primaria, es necesario que en ningún ámbito o situación se haga distinción de sexos. Es importante que el alumnado comprenda que tanto los niños como las niñas son iguales en cuanto a la realización de actividades, en el trato y en todos los aspectos.
Para empezar, es fundamental el empleo de un lenguaje inclusivo; donde el alumnado en su totalidad se sienta involucrado. Es una tarea, principalmente de los docentes y familiares, que deben emplear siempre y corregir a los niños y niñas en el caso de que no lo utilicen.
A continuación es necesario modificar los contenidos sexistas de los materiales educativos; escogiendo libros donde no exista discriminación por razón de género.
Por otro lado, tratar de inculcar que los colores no tienen género; corrigiendo así la anticuada mentalidad de que el rosa es para las niñas y el azul para los niños. De forma que cualquier menor pueda identificarse con el color que más le guste.
También es imprescindible que no se distinga entre actividades para niñas y actividades para niños; por ejemplo en caso de los juegos; donde los niños juegan con coches y las niñas con cocinitas. Los docentes y familiares tienen la tarea de generalizar los juegos y actividades para ambos sexos, dejando que los niños y niñas lleven a cabo la que más curiosidad le produzca e incluyendo juguetes neutros.
En cuanto a la agrupación del alumnado, tanto para el desempeño de actividades como para la organización espacial del aula; es importante la formación de grupos mixtos donde haya niñas y niños. De forma que el alumnado comprenda que todos son iguales y que deben relacionarse con personas de su sexo y también del opuesto.
Con respecto a las actividades a desarrollar, no hay actividades específicas para la inclusión de la igualdad en la educación. Es una mentalidad que se adquiere con una serie de pautas de conducta, como las mencionadas anteriormente. Se deben llevar a cabo en todas las actividades y materias que se desempeñen tanto en la escuela como en casa, para su posterior utilización en la vida cotidiana.
Es imprescindible que estas pautas se lleven a cabo en todo momento, todos los días; tanto en horario lectivo incluyendo por ejemplo el recreo; en el caso de que se lleve a cabo una acción discriminatoria, se debe corregir. Como en el ámbito familiar; es muy importante que los familiares trabajen en cooperación con los docentes para romper con los estereotipos y con la discriminación por razón de sexo.
Por lo que resultaría interesante que también se les informe y se les forme para que contribuyan en la educación basada en la igualdad de género.
La inclusión de una educación basada en la igualdad de género, crea en el aula un ambiente de respeto, aceptación y “alivio” para los niños y niñas; ya que pueden desarrollarse con total libertad sin tener que regirse a unas pautas donde las niñas son de una forma y hacen determinadas cosas y los niños de otra. Ambos sexos podrán desempeñar la actividad que más les cause interés o podrán identificarse con el color que más les guste.
Si esta mentalidad se incluye desde los primeros años de vida, los niños y niñas comprenderán que el sexo no es motivo de distinción o discriminación; rompiendo así con los estereotipos.
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